Nunca dejes que nadie te diga que no eres
capaz de hacer algo
Steve Conrad. Guionista
Me ha llevado cuatro años y medio
pero lo he conseguido. Muchísimos kilómetros, muchísimo esfuerzo y muchísimos
pensamientos negativos que han quedado en el camino. Muchos madrugones, muchos
entrenos por el Arroyo de Alcalá o por “la Suave” (Ruta de los Bandoleros, para
el CD Artanaca), con frío, con calor…todo ha merecido la pena.
No me puedo quitar de la mente un
día, hace cuatro años y medio, cuando ya llevaba un par de semanas saliendo a
correr, que me encuentro con mi primo Bartolo, y me dice que se viene a
entrenar conmigo, que me acompaña…una vez que hemos superado la zona de la
depuradora me pregunta cuál es la distancia que pretendo hacer…le digo que con
unos 4 km, voy de largo. El me propone llegar hasta el Molino de los Arcos, que
serían un total de 5…a mi aquello me pareció una locura…
Posiblemente, todo esto haya sido
una locura…pero lo he hecho. 42 kilómetros, atravesar Málaga de una punta a la
otra, solo por demostrarme a mí mismo que soy capaz de hacerlo…
En estos cuatro años y medio nada
ha sido lineal. Se han sucedido momentos en lo que todo iba genial, en los que
notaba cómo evolucionaba por día (recuerdo de manera muy especial mi
participación en el HOLE 2013), con otros bastante amargos, en los que el
abandono fue una opción muy cierta (por ejemplo mi participación en la Urbana
Nocturna de Ronda de 2012). Por fortuna, he sido capaz de no tirar la toalla,
de seguir luchando, de no darme por vencido.
El camino concreto hacia la
Maratón de Málaga lo inicio tras los 101 kilómetros de 2013, junto a Ismael
Reina. Había compartido con esa máquina varios entrenos de más de 25 kilómetros
en las semanas previas a esa cita, donde pude comprobar de que están hechos los
verdaderos corredores. En mi opinión Ismael acometía los 101 en no muy buenas
condiciones, pero los deportistas de verdad saben sobreponerse y continuar…tras
terminar la reina de las ultras como todo un campeón me dice que el próximo
objetivo es una Maratón, y que lo haremos los dos.
En principio me lo tomo un poco a
guasa, pero pasan las semanas y me vuelve a insistir, me dice que o vamos
juntos, o que él tampoco va…bueno, pues como ningún cobarde ha escrito nunca
nada, voy y le digo que iremos los dos, sin mucho convencimiento por mi parte.
Va pasando el verano y el nivel
de entreno baja un poco…este año no puedo quitarme la espinita de la Urbana
Nocturna de Ronda (muchísimo más dura que la edición anterior), ya que tengo
otro compromiso, y no es hasta Agosto
donde vuelvo a competir, en esa ocasión en la Carrera Nocturna de El Burgo,
acompañado por mi socio Cedeño y por mi primo Pedro. Más que un entreno, fue un
paseo, ya que la falta de preparación y lo “insólito” de la fecha para una
carrera de montaña, me impidió sacar ningún tipo de conclusión.
Finalizando Agosto, picamos con
el tema de la Maratón a José Antonio Cedeño. El crack, como no puede ser de
otra manera, se apunta también…jajajaja. El socio es increíble, vaya pedazo de
deportista!!!
Pues cuando ya tenemos claro el
equipo para la Maratón, Ismael, Cedeño y yo decidimos cual es nuestro
calendario de entrenamientos: Media Maratón de Marbella en Septiembre, una
tirada de más de 30 km en octubre y Media Maratón de Córdoba en Noviembre. Todo
esto acompañado de la preparación habitual: salida de 3 a 4 veces por semana,
alternando distintas distancias…
De momento llega el día 29 de
septiembre, y los tres, acompañados por David Parra, nos desplazamos a Marbella
dispuestos a acometer su Media Maratón, cita ya veterana en el calendario y
que, a pesar de la cercanía de nuestro pueblo con la Costa del Sol, esta
ocasión suponía nuestro debut.
Terminamos todos con muy buenas sensaciones, aunque yo aún no veo claro
mi capacidad para culminar los 42 km.
Llega a octubre y comenzamos a
plantear la tirada larga: inmediatamente decidimos que lo ideal sería completar
la Vía Verde de la Sierra entre Olvera y Puerto Serrano: 37 kilómetros prácticamente llanos y sobre tierra, lo que
evitará sobrecargas y el castigo de las articulaciones.
Al final, por una cosa o por
otra, ni Ismael ni Cedeño pueden venir el día pensado, así que con la compañía
de Rafael Durán, me cargo los 37 kilómetros hasta Puerto Serrano con unas
buenísimas sensaciones. Por primera vez empiezo a visualizar mis posibilidades
de completar la Maratón.
Le agradezco enormemente a Rafael
que me acompañara aquel día. Este sí que está en forma. Estoy deseando que
llegue el próximo 23 de febrero para ir a ver como se ventila la Maratón de
Sevilla en un rato.
Todo va como la seda hasta ese
momento. El próximo objetivo es la Maratón de Córdoba. No obstante, y como no
puede ser de otra manera, empiezan a surgir problemas cuando menos me lo
espero…durante un entreno rutinario me noto un pinchazo en la zona del abductor
que me hace temerme lo peor…
En seguida contacto con nuestro
fisio de cabecera, José Antonio Coca, que me confirma que no tengo lesión como
tal, que son solo unas molestias, pero que si no voy con cuidado pueden ir a
peor y causarme verdaderos problemas. Siguiendo sus consejos, a los entrenos
rutinarios, hay que añadir una sesión de estiramientos específicos para esa
zona.
Entre tanto, los tres de Málaga,
Rafa Durán y Francisco Cantalejo nos planteamos un entreno especial: tirada de
21 kilómetros desde Setenil hasta el Pilar de Coca (subiendo por Aguilera),
donde nos esperarían nuestras familias para almorzar allí. Aquel día, los 15
primeros kilómetros fueron muy bien, pero al llegar a Los Aguilares, vuelven
las molestias y todos mis fantasmas…a falta de unos días de la cita de Córdoba,
el panorama no puede ser peor.
Aquella jornada eran muchísimas
las dudas que me acechaban…incluso el no ir a Córdoba rondó por mi cabeza…menos
mal que el apoyo de mis compañeros (allí se nos unió Juan Parra, que llegó con
la bicicleta), fue determinante para no tomar ninguna decisión precipitada.
Mientras continuo con mis
entrenos y mis estiramientos, llega la cita de Córdoba (esta edición de 2013 la
hemos denominado como “la de las gafas”). A Cedeño, Reina y a mí nos acompaña
Rafa Durán. Desde el inicio me impongo un ritmo muy conservador, que no evitan
que en el km. 4 vuelvan las temidas molestias, pero logro que no vayan a más y
termino con, considero, muy buen nivel.
Estas buenas sensaciones junto a
lo bien que lo pasamos y lo que nos reímos en la ciudad de la Mezquita, hace
que vuelva el optimismo a mi horizonte.
A falta de 2 semanas para acudir
a Málaga, sigo con mis rutinas: entrenos, estiramientos y alguna sesión de
fisio…la suerte esta echada y los nervios están a flor de piel. No puedo decir
la cantidad de wasap que he intercambiado con mis compañeros, familiares,
amigos y conocidos. Ni la cantidad de gente que, personalmente, me ha dado su
apoyo de cara al gran día. Gracias a todos.
Pues llega el día 7 y nos vamos
hacia Málaga…acompañados por nuestras parejas y nuestros hijos nos desplazamos
hasta la capital de la Costa del Sol, dirigiéndonos primero al Estadio de
Atletismo Ciudad de Málaga a recoger los dorsales y las bolsas de corredor.
Tras algún “problemilla” con el personal voluntario y comprobar los regalos que
nos obsequia la organización, nos topamos con el gran Abel Anton, doble campeón del
mundo de Maratón en Atenas'97 y Sevilla’99, que accede muy amablemente a hacerse una foto
con nosotros y nuestros hijos. Gran persona.
Tras esto, a nuestro hotel, y a
dar una vuelta por el centro de Málaga, que está maravilloso en esta época del
año, hacer las compras de rigor y a por la cena…tenemos ganas que llegue el
gran día!!!
Entre los nervios y mis hijas, la
verdad es que no dormí mucho esa noche…después comprobé que mis compañeros
tampoco lo hicieron. Sobre las 6 de la mañana me levanto y me ducho y de
inmediato, muy puntuales, estaban Isma y Cedeño en el lugar y a la hora que
habíamos acordado. Falta hora y media…
Los nervios son patentes…cogemos
el coche de Isma para dirigirnos a desayunar y a la zona de salida y no pudo
cometer más infracciones de tráfico en menos tiempo…saltarse un semáforo, una
dirección prohibida, una pirula en plena avenida…justo delante como de cinco
policías locales, jejejeje. Al menos comenzaba el día riéndonos!!
Tras un buen desayuno nos
dirigimos al Puerto, aparcamos el coche de Ismael y nos introducimos en todo el ambientazo de
la carrera. A pesar de la hora, 8.00 de la mañana, se percibe un gran ánimo en
el cajón de salida…casi 2000 personas a punto de tomar las calles!!!
Ahí ya nos separamos; Ismael se
introduce en su cajón de salida, y Cedeño y yo nos vamos al nuestro, un poco
más atrás, no sin antes desearnos muchísima suerte. Quedan apenas 5 minutos…
Nos dan la salida y tardamos como
3 minutos en poder empezar a trotar, ya que hay muchísima gente y todos tenemos
muchas ganas de empezar…poco a poco el grupo se va estirando, lo que permite que
vayamos cogiendo nuestro ritmo. Casi sin darnos cuenta afrontamos la recta del
Paseo del Parque en dirección a El Palo…
Este primer tramo de la Maratón
era uno de los que yo más temía…durante mi etapa de estudiante hacia este
trayecto en autobús para llegar a la facultad, y entonces se me hacía
larguísimo…temía que esa sensación pudiera afectarme psicológicamente. No
obstante, gracias a Cedeño, nuestras risas y nuestras cosas, se van sucediendo
los kilómetros casi sin darme cuenta.
Llegamos al km. 6 cuando nos
cruzamos con el grupo de cabeza, que viene de vuelta de El Palo…vaya
espectáculo ver a atletas de categoría internacional corriendo…impresionante!!
Como le dije al socio, no se le veían ni las piernas, jejejeje. Tras ellos
reconocemos a algunos de los más grandes del fondo nacional, como Martín Fiz o
a Díaz Carretero, auténticos crack que elevan el caché de esta prueba que ya va
por su cuarta edición.
Alcanzamos el km. 9,5 en pleno
barrio de El Palo, y damos el giro para dirigirnos de nuevo el centro de
Málaga. Cuando nos situamos en el km. 13 oímos que el walkie de un policía
local indica que la cabeza de carrera ya va por la Avenida de Juan XXIII (km.
24???)…ufff, vaya maquinas!!!
Cuando volvemos a correr por el
Paseo de El Parque, no tengo más remedio que pararme a hacer un pis,
indicándole a Cedeño que continúe, y que si puedo le daré alcance mas tarde. A
partir de ahí mi maratón continuó en solitario.
En seguida me encuentro superando
lo más emblemático del centro de Málaga; calle Larios, plaza del Obispo, plaza
de la Merced…considero que ha sido un grandísimo acierto incluir este paso por
el itinerario de la maratón, ya que es una autentica gozada disfrutar de esta
zona de la ciudad.
Cuando comienzo a avanzar en
paralelo al rio, en dirección a la Rosaleda (km. 17), empiezo a sentir algunas
dudas…repaso lo que llevo andado y lo comparo con lo que queda…empiezan a
flaquear las fuerzas…no obstante, me impongo pensamientos positivos y consigo
alcanzar el estadio de futbol y supero la media maratón en la avenida de
Fátima; bueno, ya sólo queda ir restando kilómetros…
Justo cuando alcanzo el inicio de
la avenida de la Aurora, oigo unos ánimos dirigidos a mi…ahí están Rafa Durán,
Isabelita y su hija, y David Parra animándome…vaya sensación!!! Ahí se entierra
todo lo negativo y vuelvo a percibir las fuerzas que hacía un rato habían
desaparecido.
Sin mucha novedad prosigo hacia
adelante, dejando atrás, la avenida de la Aurora, el Camino de San Rafael y la
Avenida de Europa. En este punto otra sorpresa agradable: en un cruce me
encuentro con Cedeño, de manera muy fugaz pero suficiente para intercambiar
sensaciones y darnos ánimos. Veo que va bastante bien y le insisto en que hay
que mantener la cabeza fría…
Culminando el km. 28, me acerco a
un avituallamiento, con tan malísima suerte que piso una botella de agua tirada
en el suelo, que me obliga a hacer verdaderos equilibrios para no dar con mis
huesos en el suelo…no llegué a caer, pero el traspiés me propició un tirón en
el muslo derecho que me hundió por completo…durante los 400 metros siguientes
sólo podía andar, totalmente bloqueado y con muchísimo miedo por tener que abandonar.
La verdad es que 400 metros puede
parecer poca distancia, pero a mí se me hicieron muy, muy largos…muchos
fantasmas en mi cabeza, frustración, rabia…en tan sólo un segundo, el esfuerzo
de tantos años , puede irse al garete…el deporte es a veces muy grande, a veces
muy cruel.
No obstante, es el propio deporte
el que nos enseña que hay que seguir luchando hasta el final, y consigo imponerme
volver a correr…ya me he cargado 29 km. y no puedo permitirme que este esfuerzo
no valga para nada…Faltan 13 kilómetros para la meta.
Con mucho trabajo alcanzo el km.
31, situándome en los aledaños del Martin Carpena y del Estadio de Atletismo,
instalaciones que hemos de rodear por completo. Continuo mi avance cuando unos
voluntarios en bicicleta perciben del esfuerzo que estoy afrontando y me
ofrecen un poco de Réflex y de agua…que me vienen de maravilla. Creo que fue un
efecto más psicológico que físico. Enorme todas esas personas que se han
volcado en la organización de la Maratón de Málaga 2013.
Tras completar el rodeo de las
instalaciones deportivas, me enfrento a otra zona que va a requerir mucho
esfuerzo psicológico, ya que hay varios cruces y hay que pasar varias veces por
el mismo sitio. La sensación de no avanzar puede hacernos mucho daño.
Nada más acometer esa zona, me
cruzo de nuevo con Cedeño, al que trasmito que voy regular y me da toda su
energía. Sigo avanzando, y ahora al que me cruzo es a Isma Reina que tras
comprobar lo justo que voy, me anima diciéndome que ya está hecho, y que
continúe con la cabeza muy fría. Vaya dos pedazos de compañeros…creo que sin
ellos hubiera sido imposible llegar hasta aquí.
Las molestias siguen ahí…las
piernas quieren andar pero la cabeza no quiere…estoy en el km. 37 y aun me
quedan 5, que bien pudieran ser 25…me parece una distancia insalvable…me doy un
poco de tregua y decido parar en cada avituallamiento y andar unos 100 metros,
corriendo todo lo demás. Este pequeño truco me ayudo a segmentar lo que me
quedaba por delante y a afrontarlo de una manera algo más optimista…
Tengo que decir que el público
estuvo de 10 toda la carrera, pero, muy especialmente en este último tramo.
Llevábamos impreso nuestro nombre en nuestro dorsal, lo que permitió que los
espectadores pudieran brindarnos su apoyo por nuestro nombre, lo que en esta
última parte del itinerario es algo que sabe a gloria…
Con muchísimo esfuerzo alcanzo el
km. 40 y ya soy consciente que soy finisher. Empiezo a notar como muchísimos
compañeros que antes han entrado en meta, se dirigen a animar con todas sus
fuerzas a aquellos que aún no hemos llegado…que grande es esto!!!
Km. 41, no sé si es el más duro o
es el más dulce…ya escucho la música de la zona de meta…de repente veo otra vez
a Rafa, Isabelita y David…sus aplausos y ánimos me dan el impulso definitivo!!!
Esto está hecho!!!! Vamosss!!!!
Me introduzco en la pasarela de
meta y veo a mi mujer, a Silvia y a los niños…mi hija Ana está esperándome para
acompañarme en mi entrada en meta…faltan 100 metros, esto es indescriptible!!!!
Agarro de la mano a mi hija, y
avanzamos, no sé quién de los dos más feliz…pero justo antes de finalizar veo a
un compañero delante mía que hace verdaderos esfuerzos por avanzar…está
roto, y se hace a un lado para que
pasáramos nosotros.
No lo dudo y lo cojo del brazo y
le digo que tiene que entrar antes que yo, que si toda la carrera había ido
delante mía, no iba yo a adelantarlo en la misma línea de meta…el pobre,
emocionado, cruzo la meta y celebramos juntos el objetivo conseguido.
Tras abrazar a mi hija, me
dispongo a recoger mi medalla y mi camiseta que me acreditan como finisher…ahí
me reencuentro con Cedeño, que ya viene con mi cerveza Victoria…y en seguida
Ismael…ambos han debutado en la prueba reina del atletismo, y lo han hecho a lo
grande…impresionante estos dos atletas!!!!
En seguida me reencuentro con el
resto de mi familia, y con Rafa, Isabelita y David, comenzamos a departir…que poco
duran los malos recuerdos…a pesar de todo lo sufrido, apenas 20 minutos después
de cruzar la meta, ya tenía claro que esta experiencia hay que repetirla.
La verdad es que no sé muy bien
que me ha llevado a hacer todo esto…lo que si tengo claro es gracias a quien.
En primer lugar, tengo que agradecer muchísimo a Ana, mi mujer, y a mis hijas,
Ana, Eva y Lucia, su apoyo en los malos momentos y su sacrificio…muchísimos
madrugones, muchísimas horas fuera de casa, pero siempre apoyándome. Gracias.
Obviamente, a un grandísimo
amigo, mi socio José Antonio Cedeño, que siempre me acompaña, sea donde sea el
reto, siempre con buen humor, siempre con buen rollo, siempre!! Y a su familia,
a Silvia y José Antonio jr, que junto con la mía, van detrás nuestra a donde haya
que ir…Gracias familia!!
Como no, a Ismael Reina. Una
persona a la que he conocido gracias al running, y que ha sido determinante;
sin duda uno de mis grandes amigos…siempre optimista, siempre bromeando, no sé
cuantos kilómetros habremos hecho juntos…una maravilla!! También le doy las
gracias a Laura, por acompañarnos a Málaga.
También quiero mencionar a Rafael
Durán, Isabelita y a su hija Isabel, así como a David Parra, cuyo apoyo ha sido
fundamental en la carrera de Málaga…Además de compartir muchísimos entrenos
juntos, siguen haciendo equipo aunque no compitan. Gracias.
Tengo que acordarme
específicamente de mi primo Bartolo. La noche antes de la Maratón
intercambiamos unos wasap donde le dije que si alcanzaba la meta era, en gran
parte, gracias a su ayuda. El como nadie sabe el esfuerzo que he hecho por
llegar hasta aquí y yo como nadie sé lo que me ha apoyado durante todo este
tiempo. Gracias primazo.
No puedo olvidar al resto del equipo Artanaca
Setenil, Cantalejo, Ignacio, Javi, José, mi primo Pedro, los compañeros de
bicicleta…esto no es un deporte individual, esto es un deporte de equipo, y el
nuestro es muy grande…ahora solo falta hacerlo más grande entre todos. Gracias
cracks!!