El domingo camino hacia la
carrera era el mejor día que yo iba a una carrera porque no estaba ni nervioso
ni con molestias en la rodilla ya que me las iba dando toda esa semana. Cuando
llegue al Corte Inglés me acordé que no a recogí el dorsal (un desastre),
esperando a la salida estuve estirando y calentando para ver si aparecían las
molestias pero no las notaba.
A las 9:15 me fui hacia la salida a intentar
ponerme lo más adelante que pudiera, aunque con toda esa gente que había no se
podía ni andar. Como no tenía dorsal, un hombre que me vio me preguntó si lo
quería porque se lo había encontrado, yo le dije que sí por lo menos para que
me cuente el tiempo. Cuando dieron la salida no se podía ni andar de la
cantidad de gente que había, se te echaba todo el mundo en lo alto.
Una vez
corriendo ya, por el kilometro 2 empecé a notar la rodilla, pero no me
molestaba como para pararme, seguí a delante y los kilómetros se me pasaban
volando. Cuando vi que iba por el kilómetro 5 me alegré porque me quedaba tres
kilómetros, pero todavía me dolía la rodilla.
En el kilómetro 8 me quedé
impresionado con un niño chico que me pasó y eso era impresionante el ritmo que
llevaba con lo chico que era. Ya en el kilómetro 9, al pasar el túnel veía la
meta y empecé a achuchar para ver si acababa todavía mejor que el año pasado,
al pasar por detrás del ayuntamiento me encontré con uno que se paró y se puso
a andar y me recordó a mí el año pasado porque me pasó lo mismo. Ya llegando
empecé a achuchar todavía más y al pasar la meta me quedé muy descansado y más
cuando vi que lo hice en 46:31 minutos.
Espero volver a hacerla el año que
viene y intentar mejorar esta marca.
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