Eran las 06:00 de la mañana
cuando ya estaba en planta preparándome para la carrera que tanto tiempo lleva
esperando. Después de desayunar, mi hermana, mi hermano y yo nos pusimos en
camino de Alhaurín de la Torre
donde teníamos que encontrarnos con Cantalejo que me tenía que dar mi dorsal.
Una vez ya allí, nos dirigimos hacia el complejo deportivo de Carranque a esperar las salidas de ambas carreras.
Tras tirarnos todo el rato hablando de la carrera, mis ganas por empezar
aumentaban por segundos, a las 07:30 Cantalejo ya se tenía que ir a pasar el
control del chip y yo ya me quedaba con mis hermanos calentando para intentar
que mis piernas estuvieran preparadas para lo que le quedaban que soportar.
A
las 08:00 se dio la salida de la
Maratón y Cantalejo no empezó nada mal con los primeros.
Esperando a mi salida, me concentraba en como tenía que dosificar mis fuerzas
para subir algunas de las cuestas con tanto desnivel que había. Mi hermano y yo
calculamos sobre 1:40 mi llegada ya que el ganador del año pasado echó 1:20
pues pensábamos que más o menos iba a echar eso. Llegada las 8:50 nos avisaban
de que los corredores de la carrera OPEN nos teníamos que dirigir hacia el
cajón de salida, una vez allí veía las maquinas de corredores que había allí y
pensaba “madre mía como tienen que correr esta gente por allí arriba”.
A las
08:00 al dar el pistoletazo de salida de repente mi mente solo pensaba en la
carrera y el ritmo que debía que llevar, al pasar el km 1 notaba mis piernas
cansadas pero tenía que aguantarme y terminar esa carrera como sea. Cuando
entramos ya por carriles empezamos ya a subir y me relajé un poco porque creía
que eso iba a hacer más duro de los que yo creía. Continué subiendo y cada vez
el terreno empezaba a inclinarse aun más y mi cuerpo empezaba a cansarse de un
modo en el que una parte de mi mente empezaba a decirme “abandona”, pero mi
otra parte le decía “no nos hemos tirado tanto tiempo entrenando y sufriendo
para que abandones ahora”, como siempre la fuerza de voluntad es lo más importante.
Yo no paraba y seguía subiendo, de
pronto se me vino la frase de “sin sufrimiento no hay gloria” de la que me
motivó y me hizo que me viniera arriba totalmente.
Por fin llegamos a la
primera recta de todo el camino, pero iba a durar poco porque lo que venía era
aun peor que lo que llevaba de recorrido, seguí y mire el altímetro y vi que ya
quedaba poco para el puesto de avituallamiento. Al ver que íbamos por el km 5
me alegré porque quedaban 200
m para tomar algo de líquido y reponerme un poco, al dar
la curva esa no me podía ni creer lo que tenía que subir, esa cuesta donde la
gente tocaba las piedras con las manos de lo inclinada que estaba, cuando
empecé a subirla pensaba “enga un poco más que ya estamos arriba” Dios mío que
alivio cuando llegué arriba, que alivio. Cuando llegue al puesto de
avituallamiento me paré para tomar algo de agua y descansar un poco, a pesar de
que solo me quedaba era una bajada, una subida y luego ya todo bajada, mientras
seguía corriendo, empecé a recuperarme y mis ganas de seguir eran inmensas ya
que intentaba recuperar posiciones. Cuando me encontré con las bajadas empezó a
gustarme eso y bajé como un loco por aquellos senderos que mas tierra eran
piedras.
Al terminar la primera bajada retomé una posición de tal forma que le
cogí el gustillo a bajar de esa forma. Cuando subí la ultima cuesta ya era todo
bajada y tenía que tener cuidado porque podía pegar un “porrazo” y de los
grandes, empecé lo más rápido posible pero con cuidado de no caerme y de no
perderme, continué bajando y me encontré con un cartel que ponía “¡CUIDADO
BAJADA PELIGROSA!” ya ves si era peligrosa, como que se tenías que bajar casi
andando por la inclinación y la cantidad de piedras suelta que había. Una vez
acabada esa bajada escuchaba como alguien me venía “pisando los talones”,
comencé a acelerar mi ritmo para que no pudiera cogerme, en una de las bajadas
me encontré con un corredor cogiendo palos para apoyarse porque no podía ni
andar de la caída que tuvo (no me extraña bajamos por sitios que era para matarse),
más adelante llegamos a un sitió donde me perdí y el otro corredor aprovechó
para adelantarme y perderme de vista.
Al terminar la bajada empezó el asfalto y
me volví a reencontrar con ese donde le había dado un pinchazo y conseguí
adelantarle, cerca de la meta empezó a última subida donde me reventó, al
terminarla me dijo un policía “al girar la calle te encuentras con la meta”,
que alegría ya que quedaba menos, al girar la calle cuando veía la meta al
fondo comencé a aumentar mi ritmo para acabar lo antes posible.
Ya pasado el
arco de Powerade me encontré con mi padre y aumenté todavía más velocidad,
seguí adelante, levanté mis brazos y me dije “Ya estoy aquí, lo conseguí”. Me
fui para comer algo y me fui con mis hermanos y mis padres y le dije “bueno he
hecho 2:09 h. pero al menos la he acabado” y me dijo mi hermano “¿que 2:09 h.?
Si has hecho 1:09h” que alegría ni me creía haber hecho eso.
Ya cambiando nos
fuimos a la meta haber la llegada de Cantalejo aunque todavía quedaban 2h y
pico para que entrara por meta, hablando por el grupo de Artanaca todos me
felicitaban por el tiempo que había echado y me preguntaban de cómo iba
Cantalejo pero yo no savia nada y en la página web de la carrera tampoco ponía
nada, al rato Rafael Durán mandó la lista por el paso 1º y Cantalejo iba el 12º
(que maquina), al cabo de 2 horas llega el primer correr Iván Ortiz, al llegar
el comienza a llegar más corredores y ahí llegaba Cantalejo en la 11º posición
y von un tiempo de,
cuando le doy la mano me veo el dedo lleno de sangre y nos cuenta que en el
tramo más peligroso bajando se había caído y podría haber retomado algunas
posiciones más, pero no pasaba nada el 11º de 765 corredores eso está muy pero
que muy bien.
Estoy esperando ya de que llegue
el año que viene a ver si puedo hacerla otra vez y mejorar ese tiempo aun que
no me puedo quejar. MUCHAS GRACIAS A TODO EL MUNDO Y SOBRE TODO A ESTE CLUB
LLAMADO ARTANACA
Vamos Artanaca
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