jueves, 16 de mayo de 2013

Caminante no hay camino… (por Jesús Robles)


“Caminante no hay camino…”

Crónica de un trayecto en bicicleta cuya primera estación fue ARTANACA, y la  segunda estación fue la prueba de los 101km  2013.
Por Jesús Robles Glez.

Desde el pasado verano venía saliendo en bicicleta, con el único propósito de pasear y realizar alguna actividad física. Pero resultó que, con el paso del tiempo, y es lo que tiene este bello deporte, me iba encontrando mejor, y más cómodo, disfrutando, cada día más, de las salidas en bici y de las aventuras con mis compañeros de ruta.

Ya, durante la pasada Navidad, alentado por mis hijos, y tras recibir un gran sorpresa, mi nueva bicicleta, es cuando me planteo, definitivamente, realizar los 101 km. Y es aquí cuando me surgen las primeras dudas. ¿Será tan dura como dicen? ¿Conseguiré acabar la prueba? ¿Merece la pena realizar tal esfuerzo?

Una vez tomada la decisión de participar en dicha prueba, y teniendo en cuenta uno de los principios en los que siempre me baso, “si hago algo, es para hacerlo bien”; aquellos paseos en bici que inicié en verano, comienzan a convertirse en días de gimnasio, entrenamientos más serios con la bici y pruebas deportivas con el Club ARTANACA-SETENIL (1ª Estación).

Y como “todo pasa y todo queda,pero lo nuestro…”llegó el día previo a la prueba, y los nervios comenzaron a florecer, pensé en irme pronto a la cama y así descansar, pero entre colocar el  dorsal, ajustar la mecánica de la bici, comprobar el resto de detalles para que no faltase nada, y arreglar alguna que otra carroza para la romería, terminé aquella noche acostándome bastante tarde.

Amaneció, pues todos los días sale el sol, y llegó el día de los 101km. A las siete de la mañana sonó el despertador, aunque, yo llevaba, ya, una hora despierto, bastante nervioso, pensando en lo que me depararía el día. Me levanté, desperté a mis hijos, que también participaban en la prueba, cogimos todos los preparativos y  después de desayunar y montar nuestras bicis en el coche y nos pusimos en marcha dirección Ronda,  camino del campo de fútbol.

Una vez allí, lo primero que me sorprendió fue elmagnífico ambiente que había, y el aire de convivencia y deporte que se respiraba. Entramos y nos dirigimos a localizar a los compañeros del C.D. ARTANACA-SETENILque participaban, allí estábamos todos, ciclistas, duatletas y marchador (José Antonio Sedeño, Santi, Antoñín, Iván, Moisés, José Antonio “Papero”, Toni Benítez, Iván Vargas, Juan Parra, Juan Cristóbal, José Domínguez, Rafael Durán, Romero Ismael Reina y mis hijos), nos saludamos, conversamos para soltar nervios y nos deseamos que disfrutáramos de un maravilloso día.

A las diez y cuarto de la mañana  vi como todos los que estaban sentados en el suelo se  levantan, cogen su bicis y se preparan para la salida neutralizada.  Que entusiasmo y que emoción sentí, nunca había experimentado algo igual, a nivel deportivo. Aún no habíamos salido, y lo que estaba vivenciando merecía ya la pena. A las diez y media  se dio la salida neutralizada,  y me encontraba un poco nervioso y expectante,  pero en cuanto me monté en la bici y salí, mis primeras sensaciones fueron muy positivas, planteándome como único objetivo el disfrute de esta experiencia.  Comencé a buscar al restode componentes del equipo del C.D. ARTANACA, pero que al ser más jóvenes querían ganar posiciones para la salida oficial; veo algunos muy lejos, pero me digo,  bueno yo  mi ritmo y a pasarlo bien.

Dan la salidae iniciamos la marcha todos en gran pelotón, no había sitio, a los pocos segundo, en el arcén de la carretera veo un percance, tres bicis ,una encima de otra, y algún lesionado tirado en la carretera.  La imagen me deja un mal sabor de boca, pero me dije que entre tantos y con las prisas,  siempre tiene que pasar algo.

Al cabo de un rato, miro el cuentakilómetros  y veo 15 km,  esto va  de maravilla,  estoy a gusto y voy bien.
Van pasando los kilómetros y sin noticias de los compañeros de Artanca, pero yo seguía a mi ritmo, pedaleando sin parar. Una vez pasado Arriate,  comencé a ascender el durocerro de Las Salinas, el primer puerto del día, tras subirlo, me quedo sorprendido, lo había superado sin dificultad, con buena cadencia de pedaleo y muy cómodo.Una vez llegado al avituallamiento del Cortijo del Polear, empecé a adelantar ciclistas, influenciado por la dosis de energía que me dio encontrarme en término de Setenil, y tras recorrer el carril de la emisora (como popularmente se le conoce) y el carril de Aguilera, llego a Alcalá, donde tengo uno de mis dos avituallamientos especiales, el otro, claro está, estaría en Setenil, donde me esperaba mi mujer con todo tipo de alimentos y bebidas. Allí descansé un poco, comí e inicié la marcha por la calle cuevas del sol, que ambientado estaba, que lujo para un setenileño, ver su pueblo así, aún más recibiendo esos ánimos desde el público, entre ellos, el de mi amigo Ángel Medina.

Tras pasar por el colegio de Setenil, notaba que algo de lo que había ingerido no me había sentado muy bien, y ya subiendo la cuesta denominada el olivar, una vez pasada la Cruz Blanca y los Montecillos, comencé a sentirme cansado, y pensé “ya está aquí el tío del mazo”,  pero, por otra parte,  me decía, esto no puede acabar aquí, hay que continuar y llegar, al menosal cuartel de la Legión. Y lo conseguí, llegando al cuartel,veo al fondo a un componente de ARTANACA-SETENIL,  era  nuestro amigo José Domínguez,  que venia de hacer su tramo corriendo, y es que, este artanaca no  anda,  vuela.

En el cuartel fui al comedor  a descansar,  donde  estuve un buen rato  recuperándome y comiendo. Que ambientazo había allí,  que armonía, que convivencia que bonito era aquello,a pesar de que tenía que llegar a meta, no quería irme, me quedé impresionado.

Una vez repuesto, me apliqué crema en las piernas y me puse manos a la obra, de nuevo, “cogí mi burra y en marcha”, me dije “vamos a por el cerro de la ermita de Montejaque”,  subiendo aquella cuesta de piedra y arena, y aunque parezca contradictorio,  me fui encontrando mejor.  Y Una vez en  el cortijo  que hay antes de coronar la ermita pensé, “ya si que sí, esto esta chupado, llego seguro”.

Continuo pedaleando y haciendo kilómetros. Al final de la estación de Benaojan, hay  un soldado que nos indica una trialera con mucha pendiente y estrecha,  y me pregunto, ¿y esto quées? me bajo de la bici y empiezo a subir, miro haciaarriba y veo un montón de participantes en fila,que bonito, pero a la vez, que sacrificio. Después de terminar aquel tramo, empecé a subir otra cuesta, conocida como “la de los caballos”, por cierto en muy mal estado, y de repente un descenso,  un poco empinado,  pero siempre “es mejor bajar que subir”. Tras bajar la cuesta, y al notar bastante sed, de repente, ¡qué suerte! me encontré con una cuba de agua, me mojé la cabeza, las manos y los brazos, rellené los botes y de nuevo en marcha. Ya me encontraba en el último puesto de control, km 96, donde me informan que queda poco, que está casi terminado, la meta estaba cerca.Tras un descenso, solo quedaba la cuesta del cachondeo, ya en Ronda. Empiezo a tirar de mi mismo y en poco tiempo veo el tajo de Ronda, me da una alegría enorme verme allí, sigo la ruta y en la subida veo una bonita equipación celeste, un artanaca,  concretamente nuestro compañero Romero, que a pesar de llevar desde el km 30 con problemas musculares, demostró, una vez más su enorme pundonor, y se encontraba a sólo 2km para alcanzar la meta, y es que “un artanaca nunca se rinde”.  Me intereso por él y  me dice que no me pare que  siga,  que nopasa nada.

Proseguí ascendiendo la célebre cuesta y después de subir unos 150 metros,comencé a notar síntomas de calambres musculares, por lo que opté por bajarme de la bici y continuar andado, pero a buenritmo,  casi al paso de los pocos que iban subidos“todos por igual”. La cuesta pasó, y tras el sufrimiento, empecé a ser consciente de que la meta estaba muy cerca. Ya subido, pasando por el puente nuevo, sentí una enorme satisfacciónal ver que  terminaba. Ya en la meta, lo mejor, mis hijos esperándome que también habían finalizado, tras verlos, unas lagrimas de emoción  “….. lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar”.

Gracias a todos los que de una u otra forma me habéis ayudado a terminar esta prueba,  a mis hijos, a mi mujer, a mis amigos de Artanca, sin vuestro apoyo no habría sido posible conseguir este reto.









5 comentarios:

  1. Muy buena cronica. Mi enhorabuena... se ve q ha sabido sufrir y disfrutar encima de la bici. tiene mucho merito lo que ha hecho...

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  2. Bonita y emotiva cronica, a pensar en el año que viene. ENHORABUENA

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  3. Que grande eres Jesús, eres un gran campeón ...

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  4. Jesús Antº Blasco Bueno25 de mayo de 2013, 15:39

    Enhorabuena Jesús 2 veces, una por haber superado la prueba y otra por la descripción que desde el inerior de la misma nos haces. Te ví en el recinto de la Romería por la noche y pese a la paliza, se te veia feliz por lo que habias realizado.

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  5. Que grande tito !!! Felicidades eres un crack !!

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