“Conocemos perfectamente nuestro cuerpo, pero no sabemos nada de nuestro cerebro, y te puede jugar muy malas pasadas”. Kilian Jornet
El pasado sábado el CD Artanaca acudió a una nueva prueba, en este caso la carrera “Las Tres Murallas”, prueba nocturna que daba dos vueltas a un circuito urbano de 8 kms por la vecina localidad de Ronda y, como siempre, los miembros de nuestro club nos dirigimos al Campo de Futbol de de San Rafael con muchísimas ganas y con muchísimo ánimo de disfrutar de esta prueba que debuta en el calendario deportivo de nuestra comarca.
Nada más llegar, nos situamos en la pista de atletismo que rodea el campo de césped y situamos allí nuestro campamento. Allí mismo nos cambiamos y empezamos intercambiar anécdotas e impresiones, mientras afloraban los primeros nervios.
A unos 15 minutos del inicio de la prueba, comenzamos el calentamiento, dando un par de vueltas a esta magnífica instalación, y desde ese mismo instante ya empiezo a percibir que no me siento bien del todo. Me doy cuenta que las sensaciones que percibo no son las mejores y el pesimismo hace acto de presencia.
Mi estado de ánimo contrasta absolutamente con el de mis compañeros. Todos y cada uno de ellos tienen claro su objetivo y sus posibilidades, y también que tienen que hacer para conseguirlo. Hago lo posible por contagiarme, pero ya era consciente de que la prueba iba a ser muy larga para mi.
Así, de forma muy puntual, a las 22.00 tomamos la salida y en ningún momento logro que las malas sensaciones me abandonen. Cualquier cosa era un motivo para pensar en negativo; la iluminación de las calles, el asfalto, una subida, una bajada…apenas he avanzado 400 metros y ya empiezo a pensar que dar dos vueltas a este exigente circuito va a ser misión imposible.
Y es que apenas llevo un par de kilómetros cuando empiezo a notarme en mi gemelo derecho un pinchazo que colma mis sensaciones. Nada que en otras circunstancias me hubiera hecho plantearme abandonar, pero estaba claro que no era mi mejor día para llevar a cabo esfuerzos mentales.
Cruzo el Puente Nuevo de Ronda en dirección al Barrio de San Francisco, y sigo sin encontrarme a gusto. La bajada por los Baños Árabes me da un momento de respiro, pero la subida a partir de los Ocho Caños me devuelve a mi dura realidad, comenzando a pensar que, o a partir de las Avenidas de Andalucía y de Málaga cambia mucho las sensaciones, o tendré que pensar en la retirada cuando pase por meta, ya que dar otra vuelta al circuito me parece absolutamente imposible.
De vuelta a la ciudad nueva, paso por la Alameda y la Avenida Victoria , e intento atraer buenos pensamientos que me hagan mas llevadero el esfuerzo, pero, a pesar de lo idóneo del terreno, hace ya bastante rato que estoy derrotado. Con muchísimo esfuerzo alcanzo la zona del Ambulatorio y emprendo la travesía por la Avenida de Málaga, ya con la certeza de que mi carrera está a punto de finalizar.
Pero si la idea de la retirada ya la había asimilado, aun había tiempo para otro “palo” mental a este corredor. Como suele ser habitual en las carreras de nuestra zona, un voluntario de la organización se confundió y metió a un grupo de corredores por el lateral de la Avenida de Málaga y a la altura de la Piscina Municipal tuvimos que rectificar para volver al recorrido señalizado. No fue mucha distancia, pero el horno no estaba para bollos.
Sin más comienzo a bajar buscando al Campo de Fútbol, cuando veo que están allí animándonos los hermanos Parra, Juan y David, cuya cara era todo un poema cuando comprobaron que al llegar a su altura me detenía. La verdad es que me costó alcanzar el primer paso por meta, y pensar en dar otra vuelta, era misión imposible.
Así, nos situamos en la meta, dispuestos a disfrutar de la entrada en meta de los primeros clasificados, con la esperanza de que los nuestros se sitúen entre los mejores de la jornada. Ese fue el único premio a mi participación, presenciar la entrada de mis compañeros en meta fue bastante emocionante.
Y así, tuve la oportunidad de disfrutar de la llegada de Francisco Cantalejo que, una vez más y dando muestras de su enorme categoría deportiva, logró una meritoria tercera posición, más si cabe, teniendo en cuenta que el nivel de los participantes ha sido bastante alto, como ha reconocido la propia organización.
Poco a poco, van acercándose más corredores a la meta, cuando a lo lejos distinguimos a Isma Reina y Javi Camacho que se disponen a terminar su carrera conjuntamente, logrando una estupenda clasificación. Isma como siempre haciendo gala de un buen humor que se nos contagia a todos y Javi de una grandísima forma, que a poco que se tome esto más en serio, dará a nuestro Club grandes alegrías.
Poco después alcanza el final mi primo Bartolo, culminando otra grandísima participación y dando muestras de su categoría. Siempre dándolo todo y haciendo equipo.
Y finalmente, uno de los momentos más agradables de la noche. La entrada en meta de los hermanos José Manuel y Sergio Márquez en su primera participación en una Carrera, finalizando con sobresaliente para ambos, sobre todo Sergio, que acudía con una lesión de tobillo, que hizo aún más meritorio su esfuerzo.
Por mi parte, y habiendo pasado ya tres días, confirmar que el golpe ya ha sido asimilado. Aun paso parte del día rememorando algunos momentos de esa jornada, y pensando que ha fallado, que no hice bien, o que tendría que haber hecho diferente para no terminar de esta manera. De lo que estoy seguro es que hay que seguir entrenando, porque si caer está permitido, levantarse y continuar es obligatorio.
un grande un magnifico ejemplo a seguir campeon!te queremos maquinaaa!!IRL
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