lunes, 12 de noviembre de 2012

Cronica de la Quedada de Octubre de 2012 (por Virginia Villalón)

           

              El pasado domingo 28 de octubre nos dispusimos a emprender nuestra ruta organizada por el C.D. Artanaca-Setenil. Como de costumbre se dieron lugar dos grupos, el de senderismo y el de mountain-bike, faltaban compañeros, además habían nuevas caras, como Ana, Javi y Antonio, compañeros de Arriate y Olvera. La ruta de casi 17 divertidos y profundos kilómetros, tuvo lugar por uno de los singulares recorridos de nuestra geografía setenileña, regalándonos paso a paso unas vistas que no dejaron indiferente a ninguno de nosotros.

            Iniciamos nuestro camino con la mejor sonrisa a las 10:00 horas desde el Restaurante Huerta Primera, el día era ideal, ya que después de las fuertes lluvias de días anteriores, lucía un sol estupendo y la temperatura acompañaba. Nos dirigimos hacia la subida de los Montesillos, mi hermana Isabelita y yo nos quedamos atrás, eso hizo que aceleráramos el paso y cortáramos camino cogiendo una subidita para así poder alcanzar al grupo y echarnos unas risas, con un poco de fullería claro está...jaja!!! y ahí empezó la subida de los Montesillos, una subida que según Jose Márquez era un pre-calentamiento, lo que me tomé a cachondeo si saber que tendría razón, no teniendo ni idea lo que vendría después. He subido muchas veces ese tramo en coche y a pié era la primera vez, la verdad es que me costó un poco arrancar, pero bueno, tanto el buen ambiente como el compañerismo que había, hizo que empezara a coger poco a poco el ritmo, bueno...y por supuesto el bastón que me prestó María José, ayy bendito bastón!!!. Llegando al punto más alto de la subida de los Montesillos, empecé a bajar con un paso  más rápido, allí nos tenían preparada una sorpresa  los chicos artanacas, un avituallamiento móvil!! me encantó ver el coche allí, con su mesita correspondiente, apetecía parar, beber un poco y alimentarse, nos echamos unas risas cuando  algunos sacaron la comida que llevaban en las mochilas, como salchichón y caña de lomo de la matanza, bizcocho, gomitas, el famoso crunch...en fin esas cositas que se te pegan a la tripa!!! La parada duró poco tiempo y proseguimos el camino más hidratados y alimentados.

             Empezaba lo más duro de la ruta, la temida subida de los Frontones, cuando vi la inclinación de la cuesta me quedé sin palabras, pero bueno tenia como referente la que subimos en Alcalá y le eche fuerzas, poquito a poco empecé a subirla y a disfrutarla también, aunque tengo que decir que cuando vi la alberca de la finca de la Limosna me dieron ganas de tirarme de cabeza ehhh, pero bueno el esfuerzo tenía una gran recompensa, unas vistas increíbles en plena naturaleza de gran parte del entorno de nuestro pueblo, vistas que no pasaron desapercibidas, que bonito es Setenil!!!. Y por fin con mucho trabajito, llegué al punto más alto de los frontones, uff!! me costó subirlo, tengo que decirlo, pero lo logré!!!! el momento y la aventura merecía ser inmortalizado y mi hermana Mari nos echó un reportaje de fotos que “el Pére” se quedó en mantilla con ella jaja.            

           Seguimos avanzando por el camino atravesando la Mata, ya era todo llanito, lo cual agradecían mis piernas. Me sentía de lo más saludable, practicar deporte y echar unas risas con un grupo de compañeros apañadísimos para mí era todo un lujo.

                 Más adelante paramos a beber y a comer un poco, el descanso no duró mucho tiempo y el grupo empezó a caminar, Eli y yo nos quedamos atrás, escuchamos unos perros de ladrar lo que hizo que nos asustáramos y empezáramos a correr, ella corriendo no paraba de llamar a su hermano Jose y yo no podía parar de reír escuchándola. Alcanzamos a Jose Márquez y a Sebastian en la finca el Polear, llegamos las dos nerviositas “perdias” pensando que los perros de cacería nos iban a morder, ya más tranquilas seguimos camino adelante dirigiéndonos al Puerto del Monte. El camino era suave y agradable.

            Llegamos al Puerto del Monte, cogimos el camino de la romería pero esta vez hacia abajo, bastante atípico jaja, dejar el cortijo de Escalante a mano derecha, con zapatillas de deporte y sin la bata rociera me pareció de lo más curioso y extraño, pero de igual manera lo disfruté. Recuerdo que iba hablando del 101 km con los compis, estuvieron compartiendo anécdotas que me encantó escuchar y con todo ello se me hizo el camino muy rápido y ameno.

            Alcanzamos el final del carril en menos tiempo de lo que me imaginaba y a partir de ahí, hacia abajo, dirección Huerta Primera!!!!! Después de cuatro horas de caminata aumentaba el cansancio y la idea de una coca-colita y un platito caliente se hacía cada vez más apetecible. Llegamos al Restaurante Huerta Primera, allí estaban ya los compañeros ciclistas, con los que pudimos compartir momentos y experiencia de la marcha, como de costumbre nos esperaba un estupendo almuerzo en buena compañía, nos pusimos como el kiko y nos tronchamos de la risa, cada uno soltando lo que se le venía en ganas, jajajaj!!!

            Y para finalizar la crónica me gustaría felicitar y agradecer a los compañeros organizadores del club Artanaca, por su compañerismo, profesionalidad y por el ambiente tan sano que consiguen que haya en cada ruta.
           
                           Para ganar, no hace falta llegar el primero” (Carta Olímpica)

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