Desde el día siguiente de mi primera 101 en el año 1999 en su 5ª Edición empecé a disfrutar y a marcarme retos en esto del deporte; mis salidas desde aquel instante a día de hoy las intento hacer lo más placenteras posibles, disfrutar a cada paso que doy cuando corro, de cada pedalada cuando voy en bici y de mis brazadas en el agua; se que eso en el deporte individual no es fácil, siempre se sufre sólo por el mero hecho de intentar superarte, para ello me agarro a la teorías platónica de la dualidad del cuerpo y de la mente, cuando uno falla está el otro y viceversa; Mi mente pone los retos y mi cuerpo intenta hacerlos realidad.
El triatlón es una realidad que venía viendo en el horizonte desde hace tiempo. El momento de llevarlo a cabo creo que no ha sido el mejor, en cuanto a preparación física, ya que después de un año sin salir a correr y entrenando a duras penas en el gimnasio, esquivando dolores de rodilla que me bajaban día a día la moral. Pero a la vez creo que esas molestias han sido las que me han impulsado a hacerlo, ya que un día pensé: “si estos dolores van vas a más nunca podré hacerlo”.
Y después de un ligero y constante entrenamiento de 3 meses, llegó el gran día, tocaba sumergirse en el Guadalquivir y soñar con hacer lo que siempre había soñado, y así fue: SWIM – BIKE – RUM disfrutando e intentando no fatigar mi cuerpo para no quedarme con malas sensaciones. Y mejores no han podido ser: mi mente disfrutó y mi rodilla intacta. Una experiencia para no olvidar.
Alfonso Jaén Téllez
ole que ole!!!
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